Más de 10 años en línea

Terminando el año me doy cuenta de que el pasado 28 de abril este blog cumplió 10 años. Evidentemente, no soy muy de soplar velitas y celebrar aniversarios.

Comencé este espacio sobre todo con la idea que expresa su subtítulo, las relacciones entre el III Reich y la Wehrmacht. Por entonces, aún estaba muy extendida la idea de que las fuerzas armadas alemanas, salvo contadas excepciones, no habían tenido nada que ver con los crímenes perpetrados por el régimen nacionalsocialista. Que eran completamente apolíticas, limpísimas y honorables. Mi intención sobre todo, era difundir la lectura de fuentes originales, pero siempre han tenido más audiencia mis textos que no las palabras de Manstein, Reichenau, Blaskowitz, Himmler, Heydrich… sólo Hitler me disputa el liderazgo, dentro de mi propio blog. :-D

Captura de pantalla 2017-12-17.png

Búsqueda del mismo día en que se escribe esta entrada, 17-12-17. Y eso que Google había «arreglado» su algoritmo.  Lo cual me parece bien: son los usuarios de Internet los que llevan a este resultado, que ni siquiera asegura la idoneidad de los tres primeros. Google no es culpable de nada.

En definitiva, estos 10 años se me han pasado volando. El mayor problema de este espacio ha sido mi falta de regularidad, pues aquí detrás no hay un «equipo de espertos judíos», y tampoco lo mantienen el oro de Moscú, ni el de Tel Aviv, sino mis ganas y mi tiempo libre.

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Panzermeyer en Trent Park; El exterminio de los judíos (2)

CSDIC (Reino Unido) GRGG 227. Informe sobre los datos obtenidos de oficiales superiores (prisioneros de guerra) el 22 y el 23 de noviembre de 1944 (TNA, WO 208/4364)

Meyer: Debo decir que oí hablar por primera vez de las masacres a ran escala de judíos estando en Compiègne, y después de que se hiciera público aquel asunto de Lublin.

Eberding: Yo también he oído chismes sobre ello, nada más. No sé nada con certeza. Choltitz estuvo presente en la captura de Sebastopol, y uno de los oficiales de su regimiento fue invitado a presenciar la ejecución de treinta mil judíos.

Meyer: (con incredulidad); ¿Treinta mil?

En Simferopol, Crimea, entre el 13 y el 15 de diciembre de 1941 unidades del Einsatzgruppen D ejecutaron entre diez mil y once mil personas en el parque de la ciudad. La cifra total de víctimas del genocidio en Crimea está estimada en unas cuarenta mil. El regimiento de Choltitz (16 IR) estaba en ese momento en Sebastopol, pero no se sabe cuál fue la masacre que contempló el oficial del regimiento.

«Lo de Lublin» a lo que se refiere Meyer es la liberacion del campo de exterminio de Majdanek, a 4 km de Lublín, el 24 de julio de 1944.

Neitzel, Sönke (editor): Los Generales de Hitler. Transcripciones de conversaciones secretas: 1942-1945 (Abgehört. Deutsche Generäle in britischer Kriegsgefangenschaft 1942-1945, 2005). Traducción de Cristina Pizarro, Editorial Tempus, Barcelona 2008. pg. 278. Notas pg. 508.

Kurt Eberding (1895-1978). Teniente en la primera guerra mundial, continúa en el Reichswehr, y al comienzo de la segunda guerra mundial es Oberstleutnant (teniente coronel). Ya Generalmajor, Al mando de la 64 ID, recién creada el 5-7-44, es comandante de la Festung Schelde-Süd (fortaleza del Escalda Sur). Prisionero en Knoke, Bélgica, el 2-11-44, el 5 está ya en Trent Park.

Kurt Meyer (1910-1961) ingresó en el NSDAP en 1930, y en las SS en 1931, desde 1934 en el Leibtandarte Adolf Hitler. Su carrera fue meteórica, alcanzando el grado de general (SS-Brigadeführer) más joven de Alemania. Siempre en la Leibstandarte, fue el encargado de formar la Hitlerjugend Division. Cayó prisionero en Lieja el 7 de septiembre de 1944, en la retirada después de Normandía. Disfrazado de capitán del Heer, en un principio ocultó su identidad y estuvo en un campo de prisioneros en Compiègne. Pasó a Trent Park el 17-11-44, apenas cuatro días antes de esta conversación. Condenado a muerte por el asesinato de 187 prisioneros canadienses, algunos en las inmediaciones de su cuartel general, se le conmutó la pena de forma inmediata por cadena perpetua. En 1954 sale libre, y es recibido con desfiles e incluso un coro de la Iglesia. Inmediatamente tuvo trabajo como gerente de ventas en la empresa de otro antiguo oficial de las Waffen-SS. En 1957 publicó Grenadiere, una de las obras preferidas por los apologistas de las Waffen-SS, en el que se defienden, entre otras ideas, que sólo eran soldados que luchaban en el frente y que no sabían nada de todo eso de los campos de concentración o la persecución de los judíos.

Sobre Trent Park y las grabaciones ya hemos hablado en muchas ocasiones en este blog.

Panzermeyer en Trent Park; Hitler y el exterminio de los judíos

Propagandakompanien der Wehrmacht - Waffen-SS (Bild 101 III)

Kurt Meyer en febrero de 1943.  Wikimedia Commons – Deutsches Bundesarchiv

Fragmento de una conversación la noche del 20 al 21 de noviembre de 1944 en el Campo de Prisioneros de Trent Park, antigua residencia del conde de Sasoon.

20-21 de noviembre de 1944 (TNA, WO 208/4364)

Eberbach: No entiendo a Himmler en absoluto; por un lado, porque decidió conscientemente masacrar a todos los judíos…

Meyer: ¿Sabe usted por qué? Himmler es el más fiel ejecutor de las órdenes del Führer. El Fúhrer solía decir: «Si los judíos consiguieran de nuevo comprometer a toda Europa en una guerra, eso no significaría la destrucción del pueblo alemán, sino la aniquilación de la raza judía».

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¿Cómo fue posible que, en 34 años, nadie denunciase a la justicia a Josef Mengele?

Mengele nunca fue muy fotogénico

Mengele en su foto más famosa. (CCommons – Vía Wikipedia)

Josef Rudolf Mengele nació el 16 de marzo de 1911 en Gunzburgo, una pequeña ciudad de Suabia, en el sur de Alemania. Sus padres son Karl Mengele y Walburga, de nacimiento Hupfauer.

En esas fechas, a las puertas de lo que sería la Gran Guerra, Karl Mengele había transformado el taller/herrería del que era socio a principios de siglo, en una próspera fábrica de maquinaria agrícola con treinta obreros, de la que era el único propietario. Una fábrica que no dejó de crecer cuando el patrón marchó a servir en el ejército, pues su esposa demostró ser capaz de continuar con el negocio, incluso de obtener nuevos pedidos del gobierno.

En la posguerra los negocios siguen creciendo. La fábrica ya es la mayor empresa de Gunzburgo, con 350 empleados a su servicio. El padre, como muchos otros veteranos, está afiliado al Stahlhelm, una asociación de excombatientes, de carácter tradicional y nacionalista, y más adelante al DNVP, el Partido Nacional del Pueblo Alemán, de carácter ultraconservador, percibido por el electorado como el partido de los patronos alemanes. En cuanto a Josef, se afilió en 1924, a los 13 años, a la GDJ (Gran Liga de la Juventud Alemana).

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Después, uno se acostumbra.

Vecinos de Treblinka

Vecinos de Treblinka

– Tenía tierras de cultivo a cien metros del campo.

– ¡Tiene tierras de cultivo a cien metros del campo!

– Y trabajaba también durante la ocupación.

– ¿ÉI trabajaba en sus tierras?

– Sí.

– Entonces él vio como asfixiaban a los judíos, oyó como gritaban, vio todo eso.

– Había un montículo en el terreno y desde ahí podía ver muchas cosas.

-¿Qué está diciendo?

– Que no podían detenerse y mirar. Estaba prohibido, y además los ucranianos les disparaban.

-¿Los dejaban trabajar las tierras aunque estaban a cien metros del campo?

– Se podía, sí, se podía. De vez en cuando echaba una ojeada, cuando los ucranianos no lo veían.

-¿Pero entonces, trabajaba sin levantar la vista?

– Sí. Trabajaba justo al lado del alambre de púas, se oían gritos horribles.

– ¿Sus tierras estaban allí?

– Sí, estaban muy cerca.

– Podía trabajarlas, no estaba prohibido. ¿ÉI trabajaba, él cultivaba allí?

– Sí, incluso allí, donde está el campo ahora. Formaba parte de sus tierras.

– Ah, formaba parte de sus tierras.

– No se podía entrar, pero se podía oír todo.

– ¿No le molestaba trabajar tan cerca de esos gritos?

– Al principio, realmente, no se podía soportar. Y después, uno se acostumbra.

– ¿Uno se acostumbra a todo?

– Sí.

El documental Shoa también se ha publicado en forma de libro. Arena Libros, colección Tiempo al tiempo nº2, Madrid 2003. ISBN: 84-95897-22-9. pg. 34-35.

Si yo me corto el dedo, al otro no le hace daño.

De izquierda a derecha, Claude Lanzmann, Czeslaw Borowi y la traductora.

De izquierda a derecha, Claude Lanzmann, Czeslaw Borowi y la traductora.

Entrevista de Claude Lanzmann a Czeslaw Borowi, vecino de la aldea de Treblinka, (provincia de Masovia, Polonia) para el documental Shoa (1985), por medio de una traductora.  Treblinka en 1984 tenía censados 330 habitantes.

– Nació aquí, en 1923, y ha vivido aquí hasta ahora.

-¿Vivía exactamente en este lugar?

– Sí, aquí exactamente.

– Entonces, ¿tenía el mejor lugar para verlo todo?

– Naturalmente. Podíamos acercarnos, podíamos mirar de lejos.

– Una parte de sus tierras está detrás de la estación, por lo tanto, para ir a trabajar tenía que cruzar los rieles, entonces, podía verlo todo.

-¿Recuerda la llegada del primer convoy de judíos proveniente de Varsovia, el 22 de julio de 1942?
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Oficina 33 de los ferrocarriles del Reich

Fotograma del documental Shoa,

Walter Stier, ex-miembro del partido nazi, antiguo jefe de la oficina 33 de la «Reichsbahn» (Ferrocarriles del Reich) conversa (fuera de cámara) con Lanzmann en su documental Shoa (1985)

— ¿Ud. Nunca vio un tren?

—No, nunca, nunca. Estábamos agobiados de trabajo, no salía de mi escritorio. Trabajábamos día y noche,

—»Gedob».

— «Gedob» quiere decir…

— Dirección General del Tráfico del Este. En enero de 1940 fui enviado a la «Gedob» de Cracovia. A mediados del 43 me mandaron a Varsovia. Allí fui nombrado Jefe de la Dirección de Horarios. O más bien: «Jefe de la Sección de Horarios». Sigue leyendo

Menores de 4 años no pagan billete. Los ferrocarriles y el holocausto.

Imagen del documental, en el que se muestra una Hoja de Ruta de un "tren especial" de los ferrocarriles alemanes en Polonia.

Imagen del documental, en el que se muestra una Hoja de Ruta de un «tren especial», con varios destinos, vaciado en Treblinka.

Fragmento del  documental Shoa (1985). Conversan su director Claude Lanzmann y el historiador Raul Hilberg delante de unos documentos de los ferrocarriles alemanes.

HILBERG: Esto es la «Orden de ruta» n. 587, típica de los trenes especiales. El número le da una idea de la cantidad. Abajo, «Nur fur den Dienstgebrauch»: «Sólo para uso interno» lo que es muy poco en la escala del secreto. Que en este documento referente a los trenes de la muerte, no aparezca —no sólo en éste sino en ninguno— la palabra «geheim», «secreto», es sorprendente para mí. Pero pensándolo bien, el término «secreto» hubiera incitado a los destinatarios a interrogarse, quizás a hacerse más preguntas, hubiera llamado su atención. Ahora, la clave de toda la operación en el plano psicológico era no nombrar jamás lo que se estaba perpetrando. No decir nada. Hacer las cosas. No describirlas. Por eso el: «Sólo para uso interno». ¡Y vea también cuántos tienen conocimiento de este documento! «BFE» banhöfe: Estaciones. En esta línea tenemos… ocho, y aquí, Malkinia, que es, la última estación antes de Treblinka. Tenemos entonces ocho destinatarios para esa distancia relativamente corta, vía Radom, hasta el distrito de Varsovia. Ocho, pues el tren pasa por esas ocho estaciones y cada una debe ser avisada.

Pero,¿por qué dos hojas si una sola basta? Encontramos entonces PKR, sigla que indica un tren de la muerte que va hacia su destino, pero también el tren vacío después de su llegada a Treblinka, que ahora sale de nuevo. Y usted sabe que está vacío por la letra L leer, que figura aquí. Sigue leyendo

Carta pastoral del cardenal Hlond: El antisemitismo en Polonia, 1937

El cardenal Augustus Hlond (1881-1948), Primado de Polonia, ya ha salido en varias entradas de este blog, por el notable libro publicado en 1945 en España (en 1942 en EEUU,  México…), recogiendo distintas locuciones en Radio Vaticano de 1940. En ellas narraba los padecimientos de polacos católicos y de sus iglesias y bienes, sin mencionar nunca a los judíos. Y es que la Alemania nazi de los años treinta nunca tuvo el monopolio del antisemitismo, pero sus acciones, aún en una fecha tan temprana como 1937, resultaban repugnantes incluso para los antisemitas «clasicos», como ya vimos con el Almirante Horty. Nótese que, pese a la dureza del primer párrafo, el cardenal condena la violencia indiscriminada contra los judíos, y la atribuye a oscuros intereses extranjeros, al mismo tiempo que pide un boicot a sus negocios y empresas.

Carta Pastoral del 9 de febrero de 1937.

Es un hecho que los judíos luchan contra la Iglesia católica, que están imbuidos de un pensamiento libre, que son la vanguardia de la impiedad, del movimiento bolchevique y de la acción subversiva. Es un hecho que la influencia judía en la moral es deplorable, y que sus compañías editoriales propagan la pornografía. Es cierto que son estafadores y que se dedican a la usura y al tráfico de blancas. Es cierto que en las escuelas la influencia de la juventud judía sobre la católica en general es negativa desde el punto de vista religioso y moral.

No todos los judíos son tal y como los describimos aquí. También hay judíos piadosos, justos, honrados, caritativos y bienintencionados. En muchas familias judías existe un espíritu familiar sano y edificante. Conocemos a algunas personas del entorno judío que son moralmente notables, nobles y respetables. Sigue leyendo

Obviamente, el objetivo final de nuestra política está claro para todos nosotros

29 de abril de 1937, reunión de Gauleiters (líderes de distrito del partido) en el Ordensburg Vogelsang (escuela de élite para jóvenes del partido) cerca de la frontera con Bélgica y Países Bajos. El discurso de Hitler es el único entre 1933-39 (dentro de los que se han conservado, y además en grabación sonora) en el que se permite ser directamente antisemita, sin delegar esta función en otro miembro del Gobierno. Pero no es sólo que esté haciendo un discurso sólo para sus más fieles camaradas. Está un poco enfadado, pues un periódico local del partido había publicado un artículo con algo parecido a un reproche: «Exigimos que se marquen las tiendas judías».  El caso es que se «habían marcado» a los tres meses de estar los nazis en el poder (abril de 1933), pero no fue un boicot oficial, sólo de las SA. Desde las leyes «de Ciudadanía del Reich», «para la Protección de la Sangre y el Honor de los Alemanes», y «de protección de la raza» de septiembre de 1935 el acoso a la población judía ha disminuido por las presiones internacionales. En los Juegos olímpicos de Berlín (agosto 1936) incluso se ha permitido competir a la esgrimista de origen judío Helene Mayer. Y los fieles se impacientan. Sigue leyendo