Primera y más extensa de las entradas dedicadas por Hitler a la religión en sus Conversaciones privadas. En ella se dirige a un público que sabe que coincide con él en sus ideas sobre la religión en general, y el cristianismo en particular. No es de extrañar que se acuerde de los españoles como especialmente «perjudicados» por la religión católica.
13 de diciembre de 1941, a mediodía.
Invitados especiales: Ribbentrop, Rosenberg, Goebbels, Terboven y el Reichsleiter Bouhler.
La guerra terminará algún día. Y será entonces cuando considere que resolver el problema religioso es la labor definitiva de mi vida. Sólo entonces quedará garantizada de una vez por todas la vida de los naturales de Alemania.
Yo no intervengo en lo referente a las creencias. Por eso no puedo permitir que los eclesiásticos intervengan en asuntos temporales. Hay que aplastar la mentira organizada. El Estado debe ser amo absoluto.
Cuando era más joven pensaba que estos asuntos había que atacarlos con dinamita. Posteriormente me he dado cuenta de que puede actuarse con cierta sutileza. La rama podrida se cae sola. La situación oficial ha de ser como sigue: en en la silla de san Pedro, un oficiante senil; ante él, unas cuantas viejas siniestras tan chochas y pobres de espíritu como se quiera. Los jóvenes y sanos, de nuestro lado. Nada tengo que oponer con una Iglesia que se identifica con el Estado, cono es el caso de Inglaterra.Pero incluso así es imposible mantener a la humanidad perpetuamente esclavizada a base de mentiras. Al fin y al cabo hasta los siglos VI y VIII el cristianismo no fue impuesto a nuestros pueblos por príncipes que tenían con los curas una alianza de intereses. Anteriormente nuestros pueblos vivían sin esa religión perfectamente. Tengo seis divisiones de SS formada por hombres absolutamente indiferentes en materia de religión. Y esto no les impide ir a la muerte con el alma serena.
*
Jesucristo era ario, [curiosa exposición de prejuicios; Jesús y sus enseñanzas son despreciables… pero no podía ser un vulgar judío] y San Pablo se sirvió de su doctrina para movilizar el inframundo del delito y organizar un protobolchevismo. Es una intrusión en el mundo que señala el final de un largo reinado: el del claro genio grecolatino.
¿Qué Dios es ese al que sólo le agrada ver a los hombres humillados ante él? Intentad plantearos el sentido del siguiente embuste, que es bastante simple. Dios crea las ocasiones de pecado. A continuación, y con ayuda del demonio, logra que el hombre peque. ¡Y entonces se sirve de una virgen para traer al mundo un hijo que con su muerte redimirá a la humanidad!
Puedo imaginar a personas entusiasmadas por el paraíso de Mahoma, ¡pero el insípido paraíso de los cristianos…! En vida uno está acostumbrado a oír la música de Richard Wagner. Y tras la muerte no habrá más que aleluyas, plameras que ondean, niños en la edad del biberón y viejos encanecidos.
Los hombres de las islas [supongo que se referirá a melanesios, polinesios….] homenajean a las fuerzas de la naturaleza. Mientras que el cristianismo es un invento de mentes enfermas; no cabe imaginarse algo más carente de sentido ni un modo más indecente de convertir la noción de divinidad en una burla. Un negro con sus tabúes es abrumadoramente superior al ser humano que cree seriamente en la transustanciación. Sigue leyendo →
Por si quieres compartir esto:
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...