Después, uno se acostumbra.

Vecinos de Treblinka

Vecinos de Treblinka

– Tenía tierras de cultivo a cien metros del campo.

– ¡Tiene tierras de cultivo a cien metros del campo!

– Y trabajaba también durante la ocupación.

– ¿ÉI trabajaba en sus tierras?

– Sí.

– Entonces él vio como asfixiaban a los judíos, oyó como gritaban, vio todo eso.

– Había un montículo en el terreno y desde ahí podía ver muchas cosas.

-¿Qué está diciendo?

– Que no podían detenerse y mirar. Estaba prohibido, y además los ucranianos les disparaban.

-¿Los dejaban trabajar las tierras aunque estaban a cien metros del campo?

– Se podía, sí, se podía. De vez en cuando echaba una ojeada, cuando los ucranianos no lo veían.

-¿Pero entonces, trabajaba sin levantar la vista?

– Sí. Trabajaba justo al lado del alambre de púas, se oían gritos horribles.

– ¿Sus tierras estaban allí?

– Sí, estaban muy cerca.

– Podía trabajarlas, no estaba prohibido. ¿ÉI trabajaba, él cultivaba allí?

– Sí, incluso allí, donde está el campo ahora. Formaba parte de sus tierras.

– Ah, formaba parte de sus tierras.

– No se podía entrar, pero se podía oír todo.

– ¿No le molestaba trabajar tan cerca de esos gritos?

– Al principio, realmente, no se podía soportar. Y después, uno se acostumbra.

– ¿Uno se acostumbra a todo?

– Sí.

El documental Shoa también se ha publicado en forma de libro. Arena Libros, colección Tiempo al tiempo nº2, Madrid 2003. ISBN: 84-95897-22-9. pg. 34-35.

Si yo me corto el dedo, al otro no le hace daño.

De izquierda a derecha, Claude Lanzmann, Czeslaw Borowi y la traductora.

De izquierda a derecha, Claude Lanzmann, Czeslaw Borowi y la traductora.

Entrevista de Claude Lanzmann a Czeslaw Borowi, vecino de la aldea de Treblinka, (provincia de Masovia, Polonia) para el documental Shoa (1985), por medio de una traductora.  Treblinka en 1984 tenía censados 330 habitantes.

– Nació aquí, en 1923, y ha vivido aquí hasta ahora.

-¿Vivía exactamente en este lugar?

– Sí, aquí exactamente.

– Entonces, ¿tenía el mejor lugar para verlo todo?

– Naturalmente. Podíamos acercarnos, podíamos mirar de lejos.

– Una parte de sus tierras está detrás de la estación, por lo tanto, para ir a trabajar tenía que cruzar los rieles, entonces, podía verlo todo.

-¿Recuerda la llegada del primer convoy de judíos proveniente de Varsovia, el 22 de julio de 1942?
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Oficina 33 de los ferrocarriles del Reich

Fotograma del documental Shoa,

Walter Stier, ex-miembro del partido nazi, antiguo jefe de la oficina 33 de la «Reichsbahn» (Ferrocarriles del Reich) conversa (fuera de cámara) con Lanzmann en su documental Shoa (1985)

— ¿Ud. Nunca vio un tren?

—No, nunca, nunca. Estábamos agobiados de trabajo, no salía de mi escritorio. Trabajábamos día y noche,

—»Gedob».

— «Gedob» quiere decir…

— Dirección General del Tráfico del Este. En enero de 1940 fui enviado a la «Gedob» de Cracovia. A mediados del 43 me mandaron a Varsovia. Allí fui nombrado Jefe de la Dirección de Horarios. O más bien: «Jefe de la Sección de Horarios». Sigue leyendo

Menores de 4 años no pagan billete. Los ferrocarriles y el holocausto.

Imagen del documental, en el que se muestra una Hoja de Ruta de un "tren especial" de los ferrocarriles alemanes en Polonia.

Imagen del documental, en el que se muestra una Hoja de Ruta de un «tren especial», con varios destinos, vaciado en Treblinka.

Fragmento del  documental Shoa (1985). Conversan su director Claude Lanzmann y el historiador Raul Hilberg delante de unos documentos de los ferrocarriles alemanes.

HILBERG: Esto es la «Orden de ruta» n. 587, típica de los trenes especiales. El número le da una idea de la cantidad. Abajo, «Nur fur den Dienstgebrauch»: «Sólo para uso interno» lo que es muy poco en la escala del secreto. Que en este documento referente a los trenes de la muerte, no aparezca —no sólo en éste sino en ninguno— la palabra «geheim», «secreto», es sorprendente para mí. Pero pensándolo bien, el término «secreto» hubiera incitado a los destinatarios a interrogarse, quizás a hacerse más preguntas, hubiera llamado su atención. Ahora, la clave de toda la operación en el plano psicológico era no nombrar jamás lo que se estaba perpetrando. No decir nada. Hacer las cosas. No describirlas. Por eso el: «Sólo para uso interno». ¡Y vea también cuántos tienen conocimiento de este documento! «BFE» banhöfe: Estaciones. En esta línea tenemos… ocho, y aquí, Malkinia, que es, la última estación antes de Treblinka. Tenemos entonces ocho destinatarios para esa distancia relativamente corta, vía Radom, hasta el distrito de Varsovia. Ocho, pues el tren pasa por esas ocho estaciones y cada una debe ser avisada.

Pero,¿por qué dos hojas si una sola basta? Encontramos entonces PKR, sigla que indica un tren de la muerte que va hacia su destino, pero también el tren vacío después de su llegada a Treblinka, que ahora sale de nuevo. Y usted sabe que está vacío por la letra L leer, que figura aquí. Sigue leyendo

Carta pastoral del cardenal Hlond: El antisemitismo en Polonia, 1937

El cardenal Augustus Hlond (1881-1948), Primado de Polonia, ya ha salido en varias entradas de este blog, por el notable libro publicado en 1945 en España (en 1942 en EEUU,  México…), recogiendo distintas locuciones en Radio Vaticano de 1940. En ellas narraba los padecimientos de polacos católicos y de sus iglesias y bienes, sin mencionar nunca a los judíos. Y es que la Alemania nazi de los años treinta nunca tuvo el monopolio del antisemitismo, pero sus acciones, aún en una fecha tan temprana como 1937, resultaban repugnantes incluso para los antisemitas «clasicos», como ya vimos con el Almirante Horty. Nótese que, pese a la dureza del primer párrafo, el cardenal condena la violencia indiscriminada contra los judíos, y la atribuye a oscuros intereses extranjeros, al mismo tiempo que pide un boicot a sus negocios y empresas.

Carta Pastoral del 9 de febrero de 1937.

Es un hecho que los judíos luchan contra la Iglesia católica, que están imbuidos de un pensamiento libre, que son la vanguardia de la impiedad, del movimiento bolchevique y de la acción subversiva. Es un hecho que la influencia judía en la moral es deplorable, y que sus compañías editoriales propagan la pornografía. Es cierto que son estafadores y que se dedican a la usura y al tráfico de blancas. Es cierto que en las escuelas la influencia de la juventud judía sobre la católica en general es negativa desde el punto de vista religioso y moral.

No todos los judíos son tal y como los describimos aquí. También hay judíos piadosos, justos, honrados, caritativos y bienintencionados. En muchas familias judías existe un espíritu familiar sano y edificante. Conocemos a algunas personas del entorno judío que son moralmente notables, nobles y respetables. Sigue leyendo

También los protestantes polacos

Desde que en 1523 el primer pastor luterano se estableció en Breslavia, los protestantes han formado parte de la historia de Polonia. Siempre han sido una minoría,  pero la descentralización y la diversidad cultural de la federación polaco-lituana, jugaron a favor de la difusión de sus ideas entre la población más culta y urbana, sobre todo los que estaban más en contacto con alemanes y checos. Los historiadores polacos suelen describir el siglo XVI como una época dorada, en la que al mismo tiempo que se consolidaba el catolicismo como religión nacional, se permitía el refugio de todo tipo de disidentes religiosos, además de atraer la migración judía. Mientras el resto del continente se entregaba a las guerras de religión entre católicos y reformados, en la federacíon polaco-lituana hasta los despreciados judíos sufrían menos presiones por causas religiosas.

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La fotografía es mi única afición

Conversaciones indiscretas 9.

Los comentarios entre corchetes son del editor, Sönke Netzel. Entre llaves, de este blog.

CSDIC (Reino Unido), GRGG 272.

Informe sobre los datos obtenidos de oficiales superiores (prisioneros de guerra) entre el 13 y el 16 de marzo de 1945 (TNA, WO 208/4177)

Recreación de la escena en el documental alemán "La Wehrmacht - Un balance".

ROTHKIRKCH: Sí. yo fuí a Kutno, porque quería tomar unas fotos —es mi única afición— y porque conocía bastante bien a uno de los dirigentes de las SS de allí. Estaba hablando con él de ello, y entonces me dijo ¿Le gustaría fotografiar un fusilamiento?» Yo le contesté: «No, la sola idea me resulta repugnante». «Bueno, a nosotros nos da igual, siempre los fusilamos por la mañana, pero todavía nos quedan algunos y, si usted quiere, podemos ejecutarlos en algún momento por la tarde». No puede usted imaginarse hasta qué punto estaban aquellos hombres totalmente brutalizados. Piense en qué ocurriría si alguno de esos judíos lograban escapar y hablara de ello. Y lo más peligroso: ¿Cómo es posible que las fotos lleguen a la prensa? Porque en esta publicación hay fotos [posiblemente Weltwoche 585, del 26-1-1945]. Incluso lo filmaron, y, las películas, por supuesto, han llegado al extranjero; siempre se acaba filtrando, de un modo u otro. Sigue leyendo

¿Dónde están los judíos?

En el verano de 1943, una excursión patrocinada por un campo del programa de «evacuación rural para niños» en el Gobierno General visitó la ciudad de Gorlice. «Apenas terminamos nuestra sopa de patatas nos pusimos en camino —escribió una de las profesoras que participaban en la excursión, una mujer de veintitrés años procedente de Hamburgo—; después caminamos por la ciudad un poco y echamos un vistazo al «antiguo callejón judío».» El guardia que acompañaba al grupo, «tras asegurarse que nadie más estaba oyendo», contó en su alemán chapurreado que «todos los judíos sin excepción habían sido ejecutados ocho meses atrás». (la masacre, en realidad, se había producido en agosto de 1942). Aunque la historia real únicamente se contó a los adultos, todos los participantes recorrieron el «callejón judío». Una semana después, profesores y alumnos realizaron una expedición a Biecz. Sigue leyendo

¿Quién tira la primera piedra? Conversaciones indiscretas (6)

CSDIC (Reino Unido), GRGG 185.

Informe sobre datos obtenidos de oficiales superiores (prisioneros de guerra) el 3 de septiembre de 1944 (TNA, WO 208/4363)

Hennecke: […] De Gaulle espera con impaciencia ocupar Renania. Si se le permitirá hacerlo, es una cuestión distinta. Pero lo que habrá es venganza. Estoy convencido de que nuestra Gestapo hizo allí cosas espantosas…

Müller-Römer: Sobrepasa todo lo imaginable lo que aquellos tipos… no me sorprendería si nuestra Gestapo hubiera competido con los rusos en sus acciones bestiales. Conozco las terribles atrocidades cometidas en Polonia desde 1939, cuando esos sujetos llegaron allí.

Hennecke: ¿Nadie se les opuso?

Müller-Römer: Sí, Blaskowitz lo hizo al momento, ¡pero no le fue muy bien! La Wehrmacht no tenía voz en esos temas. «Eso corresponde a la administración civil, y no es asunto suyo.»

Hennecke: Ése es el problema; si todos los oficiales superiores del Ejército hubieran dicho de forma unánime: «No participaremos en ese trabajo sucio. Está arrastrando el nombre de Alemania por el fango».

Müller-Römer: A los pocos que dijeron eso no les fue muy bien.

Hennecke: ¡Si lo hubieran hecho todos, en su momento! Que cosas así hayan sido posibles será algo que romperá la cabeza a los historiadores. Sigue leyendo

La Cruz Roja alemana en la segunda guerra mundial

Enfermeras de la Cruz Roja Alemana jurando lealtad a Hitler

Enfermeras de la Cruz Roja Alemana jurando lealtad a Hitler

Otro tópico algo menos empleado por los “revisionistas”, es la actitud de la Cruz Roja durante la segunda guerra mundial. Un comentarista de este blog ha tenido la amabilidad de recordárnoslo:

“La cuestión aquí es la falsificación y tergiversación de distintos hechos. No mencionas los informes de la Cruz Roja sobre los campos de concentración…»

Lo cierto es que como argumento es bastante débil, aunque lo emplee también la IHR como la número 51 de sus conocidas “66 preguntas y respuestas del Instituto de Revisionismo Histórico”. La respuesta de Nizkor es más que concluyente. Realmente ¿alguien en sus cabales es capaz de pensar que los delegados de la Cruz Roja Internacional podían ir por donde quisieran? ¿Que las autoridades de los campos les dejarían ver algo que les fuera desfavorable?  Y a todo esto ¿Qué hacía la Cruz Roja alemana? Sigue leyendo