Conversaciones indiscretas (1)

CSDIC (Reino unido) INFORME SR, SRM 175 (TNA, WO 208/4165).

LUDWIG CRÜWELLGeneral der Panzertruppe [general de fuerzas blindadas] – Capturado el 29 de mayo de 1942 en el norte de África. WILHEIM RITTER VON THOMA General der Panzertruppe – Capturado el 4 de noviembre de 1942 en el norte de África.

Información recibida: 14 de febrero de 1943

THOMA: En marzo vino a verme un Staatsanwalt [fiscal de distrito] desde Minsk; era un auténtico Staatsanwalt de Berlín. Era un hombre de alrededor de cuarenta años,  me rogó que hiciese todo lo que estuviera en mi mano para que pudiera alistarse como soldado en cualquier puesto… era un suboficial de la reserva. Me dijo: «No soporto más lo que está ocurriendo aquí». Después me contó la clase de cosas que sucedían. Sé muy bien que allí había patanes verdaderamente salvajes, brutalizados, que pisoteaban el vientre a las mujeres embarazadas, y ese tipo de cosas.

CRÜWELL: Sí, pero esos son casos muy aislados, por los que no se puede culpar ni siquiera a las SS. ¡No me puedo creer que haya alemanes capaces de hacer una cosa así!

THOMA: Yo tampoco lo hubiera creído si no lo hubiera visto. Escribí dos informes al respecto. Creo que no se me puede acusar de tener responsabilidad alguna por ello.

CRÜWELL: ¿Qué escribió usted en esos informes?

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Doenitz, el legalismo amoral

Albert Speer publicó un «Diario de Spandau» como una muestra de sus pensamientos durante los veinte años pasados en la cárcel berlinesa. Si bien la imagen que intentó vender de su arrepentimiento y aceptación de la condena no resistió el examen de sus biógrafos, lo que cuenta sobre las condiciones materiales de la cárcel y de sus compañeros ha sido corroborado por otras fuentes (N. J. W. Goda, El oscuro mundo de Spandau). La imagen que transmite de Dönitz concuerda en general con las ideas que el mismo Dönitz intentó transmitir en sus escritos. Él (y el resto de mandos) no son responsables de nada. Como militares, sólo podían obedecer al jefe de estado.

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Doenitz: la grandiosa ordenación jerárquica del terror

Recientemente se han reeditado las memorias del almirante Dönitz, tanto en tapa dura, como en bolsillo, como en colección de kiosco. En ellas intenta (más o menos) referirse eminentemente a su labor como militar, minimizando cualquier implicación política en sus acciones, argumentando su completa ignorancia sobre cualquier cuestión fuera de su desempeño como almirante, como si el haber sido designado por Hitler como su heredero político hubiera sido una casualidad.

Albert Speer publicó un «Diario de Spandau» como parte de sus intentos de justificación de su figura en la posguerra. La imagen que transmite de Dönitz concuerda en general con las ideas que el mismo Dönitz intentó transmitir en sus escritos. Él (y el resto de mandos) no son responsables de nada. Como militares, sólo podían obedecer al jefe de estado. Sigue leyendo

La Kriegsmarine [marina alemana] y el holocausto

Las funciones de la  Armada alemana hacen que difícilmente se la sitúe en el ámbito del holocausto. Cierto que, por ejemplo, los oficiales de submarinos, junto con los de las Waffen SS, eran de los primeros en recibir como «regalos» relojes, o plumas estilográficas procedentes del saqueo, pero podían desconocer su origen, así como el del pelo que se utilizaba para fabricar fieltro industrial, indispensable para mantener un submarino silencioso. Aunque los altos mandos podían pelearse con el resto de las armas a la hora de la asignación de trabajo esclavo, o los discursos de sus mandos podían sonar como simple «retórica antisemita», podía argüirse que, en general, su personal no tuvo nada que ver con el exterminio de judíos y otras «subrrazas» según la clasificación nazi.

La marina alemana [Kriegsmarine] apenas tenía tareas que cumplir en Barbarroja, pero supo estar (más o menos) a la altura de las circustancias en los distritos costeros donde se requirieron sus servicios.

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Reparto del botín

Oficina Central SS para la economía y la administración.

Berlín, 13 de mayo de 1943.

Secreto

Concerniente: A la recuperación de los bienes robados y ocultados por los judíos.

Al Reichsfürer de las SS [Himmler]

Berlín

¡ Reichsfürer!

  1. 1. El 30-4-1043 se recibieron:

94.000 unidades relojes de hombre.

33.000     –          –     de mujer.

25.000     –     plumas estilográficas.

14.000     –     portaminas.

3.500     –     carteras de bolsillo.

4.000     –     bolsos.

130.000     –     hojas de afeitar.

7.500     –     máquinas de afeitar.

400     –      máquinas de cortar el pelo.

14.000     –     tijeras de todo tipo. Sigue leyendo