La Wehrmacht y los crímenes de guerra. La ocupación de Polonia (1939-40)

Es muy típico de los lectores de historia militar de la SGM considerar que el ejército alemán es, “en general” inocente de crímenes de guerra, no digamos ya de crímenes contra la humanidad.

Bueno, sí, la guerra contra la URSS fue muy “dura”, pero lo fue por ambos bandos. Si se es más leído y no teme que le acusen de “procomunista” o de “antialemán”, no es extraño que recuerde no simplemente quién empezó la guerra en general, o quién arrastró a la URSS a la guerra invadiéndola de una forma que no soñaron Carlos XII o Napoleón, y, aparte de la “orden de los comisarios”, que figura en todos los libros sobre Barbarroja, les suenan algo las Einsatzgruppen, como unidades SS, separadas de la Wehrmacht.
Pero el cuadro completo no es éste. Ya se crearon Einsatzgruppen en Austria y en Checoslovaquia, si bien su misión era más “limitada”, detener y ejecutar listas de opositores identificados e incautar documentación para posteriores actuaciones. Y en Polonia, cuando estalla una guerra de verdad, el mapa se altera aún más. También se han organizado Einsatzgruppen para apresar y ejecutar a toda la “inteligentsia” polaca, los que pueden mantener la idea de un estado polaco (notables, intelectuales, nobleza, sacerdotes….) con miembros de las SS, Totenkopf, SD y la policía de Orden. Pero ante la tarea a realizar no son los únicos encargados de tareas represoras. Aunque el 27 de septiembre (un día antes de que caiga Varsovia) Heydrich comunica que “de los líderes polacos en el área ocupada queda como mucho un tres por ciento”, la tarea aún no ha acabado.
Durante las primeras semanas que siguieron a la invasión, cuando la Wehrmacht aún controla las áreas ocupadas, son incendiados 531 pueblos y aldeas, casi todos en las provincias de Lodz y Varsovia, Se realizan 714 ejecuciones masivas que siegan la vida de 16.376 polacos, cristianos en su inmensa mayoría. Y estas acciones fueron cometidas por la Wehrmacht en un 60 por ciento. Hay algunos incidentes, como cuando un comandante de la Whermacht protesta ante las ejecuciones de judíos que empiezan a realizar los Totenkopf en Wloclaweck, “no creo que nuestro fhürer nos ordene matar a todos los judíos” pero en general el problema entre los oficiales se centra en la disciplina, y en que estas medidas no resulten precisamente eficaces a la hora de evitar posteriores rebeliones. El memorando del Coronel General Johannes Blaskowitz (6 de febrero de 1940), comandante de la región militar Ober-Ost es muy significativo:

“Constituye un tremendo error matar unas pocas decenas de miles de judíos y polacos como está sucediendo en la actualidad; porque ni destruirá la idea de un estado polaco a los ojos de la mayoría de la población, ni acabará con los judíos. Por el contrario, la manera en que se está ejecutando esa matanza es extremadamente peligrosa, agravará los problemas y los vuelve mucho más amenazadores de lo que serían si se hubieran tomado medidas previas y determinadas. Las consecuencias son:

A) Proporcionamos a la propaganda enemiga un material que difícilmente puede ser más eficaz. La verdad es que lo que han difundido las emisoras de radio extranjeras es sólo una pequeña fracción de lo que está ocurriendo en la realidad. Pero debemos reconocer que el clamor que se da en el resto del mundo está creciendo continuamente y hace un gran daño a nuestra política exterior, particularmente porque las atrocidades están sucediendo en la actualidad y no las hemos desaprobado.

B) Los actos de violencia contra los judíos están ocurriendo a plena vista, y es difícil que inspiren en los religiosos polacos otra cosa que disgusto y una gran compasión por la población judía, aunque los polacos les eran más o menos hostiles. En un periodo de tiempo muy corto hemos llegado a un punto en el que nuestros archienemigos de la esfera del este (los polacos y los judíos, que han recibido el particular apoyo de la Iglesia católica) están unidos en su odio contra sus atormentadores, combinándose contra Alemania en nuestra frontera del este.

c) el papel de nuestras fuerzas armadas, que se ven obligadas a ver estos crímenes delante suyo con la consiguiente pérdida de reputación, particularmente ante la población polaca, sufre un daño irreparable.

d) Pero el peor daño que se está haciendo sobre la nación alemana por la presente situación se da por la tremenda brutalidad y depravación moral que, en muy poco tiempo, se está extendiendo como una plaga entre excelentes unidades de combatientes.

Si los oficiales superiores de las SS y la policía exigen actos de violencia y brutalidad y los alaban abiertamente, entonces, en poco tiempo, esta brutalidad será la única norma. Sorprende comprobar con qué rapidez esas personas unen sus fuerzas con aquellas otras de carácter débil a fin de dar rienda suelta a sus instintos bestiales y patológicos como está sucediendo en Polonia. Claramente, sienten que se les ha concedido autorización oficial y que, por ello, se hallan justificados para cometer cualquier clase de crueldad.
El único camino para parar esta epidemia es disciplinar a quienes son culpables y someterlos a las autoridades militares y a los tribunales tan pronto como sea posible.

El comandante en jefe de la sección sur del frente, general de infantería Ulex, expresó igualmente lo mismo el 2 de febrero de 1940 (…)

Etc., etc.

Noakes y Pridham “Nazism. A documentary Reader», T. III, pp. 330-331, documento 655. El 656 recoge la reacción de Hitler de acuerdo con el diario del comandante Engel. Blaskowitz fue relevado de su cargo. El 657 muestra la postura de Von Klücher al tomar posesión del mando del XVIII Ejército el 22 de julio de 1940:

No es necesario que enfatice la necesidad de asegurar que todos los soldados del ejército y, en particular, los oficiales, frenen sus críticas sobre las medidas de fuerza que toma contra la población el Gobierno General, por ejemplo en el tratamiento de la minoría polaca, los judíos o la Iglesia. El aseguramiento de una solución final de esta lucha étnica, que se ha librado durante siglos en nuestra frontera este, necesita de medidas particularmente duras ….

4 pensamientos en “La Wehrmacht y los crímenes de guerra. La ocupación de Polonia (1939-40)

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  2. me parece atroz la politica de exterminio ejecutada por los nazis pero tambien me complace saber que no todos los oficiales alemanes compartian los planteamientos de adolfo hitler y de una u otra forma se opusieron a esa politica enferma que solo consiguio la destruccion de de un largo periodo de paz y el exterminio de muchos judios

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