A finales del 41 (la orden de Manstein es del 20 de noviembre) han sido aniquiladas 43 de las 70 comunidades judías de Ucrania. El 24-25 octubre de 1941 fueron fusilados 16.000 judíos de Odessa, después de trasladarlos a Dalnik. A partir del 5 de noviembre comienza la aniquilación de 17.000 de Rovno, trasladados a Sosenski. La cuenta final del Einsatzgruppen D, según sus propias estimaciones, es de 90.000 civiles judíos fusilados, a veces, como en Simferopol, Crimea, con la colaboración directa de la Wehrmacht.
Aparte de que se conservan casi todos sus informes emitidos a la RSHA y conservados por la GESTAPO, que se han confirmado y completado (para las fechas más tempranas) por las trascripciones de Ultra reveladas en 1974, tenemos el testimonio de su jefe, Ohlendorf, en su juicio, contando cómo en ocasiones la Wehrmacht colaboró con él para realizar su “trabajo”. Los testimonios “exculpadores”, como el que se pidiera que no se fusilase a los granjeros judíos, lo único que muestran es que el mando del ejército sabía perfectamente qué estaba sucediendo con la población judía. No había avestruces en el GE Sur.
“De acuerdo con el ejército habíamos excluido de las ejecuciones a un buen número de judíos: todos los granjeros. [se quiere asegurar la producción de alimentos, pero Himmler se entera en una visita a la zona] Se me reprochó esta medida y [Himmler] ordenó que, a partir de ese momento, incluso en contra de la voluntad del ejército, las ejecuciones deberían tener lugar según lo planeado.[…] El Reichfürer se dirigió a sus hombres y repitió la orden estricta de acabar con todos aquellos grupos. Añadió que sólo él sería responsable de rendirle cuentas al Führer. Ninguno de los soldados tendría responsabilidad alguna, pero les exigió el cumplimiento de aquella orden, aunque sabía muy bien lo duras que eran aquellas medidas. Sin embargo, después de la cena, hablé con el Reichsführer y deploré la carga inhumana que se había echado sobre aquellos hombres al tener que matar a todos aquellos civiles. Ni siquiera me contestó.”
Amos de la muerte. Los SS-Einsatzgruppen y el origen del Holocausto, de Richard Rodhes. (Traducción de Ignacio Hierro, The SS-Einsatzgruppen and the invention of the Holocaut, 2002). Seix Barral, Barcelona 2003. Pp 286-287.
Ver también :
http://www.einsatzgruppenarchives.com/osr113.html
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