La historiografía, es decir, la historia de la historia, puede resultar fascinante, pero es poco apreciada por el gran público. Es mucho más interesante para los lectores, por ejemplo, una historia de la guerra civil de los Estados Unidos, que no un estudio sobre cómo ha evolucionado su conocimiento en los 150 años que han pasado desde entonces.
Pero parece que hay una excepción a esta regla, en la internet del siglo XXI: la historiografía del holocausto
El primer estudio sobre el holocausto en inglés, publicado en Londres en 1953, en Nueva York en 1954, y traducido al alemán en 1956, es éste de Gerald Reitlinger: La solución final. El intento de exterminar a los judíos de Europa, 1939-1945, que se ha seguido reeditando hasta 1982, que yo sepa. El autor se fue preocupando de ir actualizando el libro en sucesivas reediciones hasta su muerte en 1979, reflejando la aparición de otros estudios y el descubrimiento de nueva documentación (por ejemplo, aún no se habían descubierto los informes de Koherr), pero manteniendo en lo esencial sus líneas maestras.
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Soy el afortunado propietario de un ejemplar de la segunda impresión del libro de Reitlinger, The Final Solution, realizada el mismo año de 1953. Es decir, es idéntica a la primera edición, que por lo visto se agotó en poco tiempo, así que imprimieron una nueva tirada ese mismo año.
A continuación fotografío la páginas con el dato que calculó el autor para Auschwitz. Como puede verse, y como he repetido tantas veces, dos años antes de que el gobierno polaco abriera al público el Memorial de Auschwitz, Reitlinger está muy alejado de la cifra de «cuatro millones»:

Obsérvese además que, en la cita superior del informe soviético, no mencionan que las víctimas sean mayoritariamente judías, sólo ciudadanos de la URSS, Polonia, Francia…
En cuanto al número total… ¿usa la cifra «mágica» de seis millones? Pues no. Aunque un comité angloestadounidense de 1946 había calculado esos seis millones, del que después se restó a unos 308.000 refugiados, los cálculos de Reitlinger sitúan sus estimaciones entre 4.194.200 y 4.581.200 :
La gran diferencia de números está en los más difícilmente comprobables (en 1952), de Polonia, Rumania, o la URSS, que además cambiaron, y mucho, sus fronteras entre 1939 y 1953. Por ejemplo, en las fronteras de la Bulgaria anterior a 1939 no se deportaron judíos a Alemania, pero sí de las diversas zonas que ocuparon de Yugoslavia y Grecia, de ahí que Reitlinger no sume los 5.000 del Comité de 1946.

Contraportada de esta primera reimpresión. Su éxito, para un libro de este tipo, retrasó la publicación del estudio de Hilberg seis años. Los editores no creían que hubiera mercado para otro libro sobre el mismo tema.
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