Emigrantes en Alemania. Si los nazis eran racistas ¿por qué crearon un ejército multinacional en las Waffen-SS? (1)

Guerreros de Hitler – Amigos del Pueblo. Carteles de 1943 en ucraniano

En abril de 1861, nada más estallar la guerra de secesión, o guerra civil estadounidense, en Nueva Orleans el gobernador del estado de Luisiana hizo un llamamiento a los negros libres de la ciudad para que se alistasen en una milicia. En mayo se había aceptado a unos 1.500 voluntarios, de una población estimada de unos 10.000 negros libres en una ciudad de 170.000 habitantes. También hubo nativos americanos sureños que lucharon por la Confederación, colectivos perfectamente integrados en la vida de sus estados como los Creek y los Choctaw, que también poseían esclavos.

Lo cierto es que este 1st Louisiana Native Guard (CSA) duró poco tiempo. Nunca salió de Nueva Orleans, y fue disuelto por una ley de enero de 1862.

¿Alguien se imagina utilizar semejantes hechos «que nos ocultan los medios» para empezar a proclamar que, en realidad, los Estados Confederados lo que querían es proteger a sus negros de los estafadores del norte, que pretendían liberarlos para hacerles trabajar en sus pestilentes fábricas por una miseria, sin proporcionarles los cuidados que les daban sus amos en las soleadas plantaciones sureñas? Pues esta idea es mucho menos delirante que la que proclaman muchas páginas neonazis y de extrema derecha, no sólo negacionistas del holocausto: que hubo «millones de voluntarios extranjeros dentro de la Waffen SS y la Wehrmacht que apoyaron militarmente a Alemania contra las fuerzas aliadas».

¡Por su trabajo un futuro mejor!

No importa que ellos mismos compartan por todas partes libros, vídeos y discursos de todo tipo de dirigentes nazis, y que se supone que estudian su doctrina como algo digno de ser venerado: por lo visto, el racismo en general, y el antisemitismo en particular, no formaban parte troncal de las creencias del NSDAP y de Adolf Hitler. Eran algo accesorio. Por supuesto, si encuentro en internet fotos de negros con uniforme alemán, o de señores con turbante o con fez, eso significa que en realidad el régimen nazi no era racista ni «xenófobo extremo». Fíjense, si incluso animaban a los jóvenes y sonrientes trabajadores extranjeros a ir a trabajar a Alemania…

Amigo, te ayudaré, voy a Alemania a trabajar.

Lo único que sí quiso Alemania desde el principio de la guerra era a trabajadores para sus fábricas y granjas, pero en unas condiciones que, pese a lo bonito de los carteles, no les servían para reclutar a casi nadie. En Polonia, ya el 26 de octubre de 1939 todos los polacos de entre 18 y 60 años quedaron sometidos al «trabajo público obligatorio», que en Europa occidental no se adoptó hasta el otoño de 1942. Las autoridades de ocupación podían deportar a trabajar a Alemania a cualquiera que no pudiera demostrar que tenía una ocupación estable, una medida que también se extendió a menores entre los 14 y los 18 años, y a mujeres solteras de 21 a 35 años. Fíjense ustedes lo que ha cambiado el mundo. Los nazis fomentando la inmigración, y al pobre de Trump, que dice lo contrario, le acusan de serlo. En agosto de 1944 había 5,7 millones de trabajadores extranjeros en Alemania, de los que 1,7 eran polacos, dispersos en trabajos agrícolas, o concentrados en campos cerca de las fábricas. No me negarán que es un magnífico argumento para demostrar la completa falta de xenofobia de los nazis, que mientras estaban en la guerra llenaban sus granjas y fábricas de trabajadores extranjeros. Lo de cómo cobraban sus sueldos, sus condiciones de vida, y sobre la legislación especial para esta población, en especial los «delitos raciales» que podían cometer, mejor lo dejamos para otro día, que no son más que detalles sin importancia.

En silencio, mirad hacia el futuro.

 Continúa en la siguiente entrada, y termina en esta tercera.