Goebbels. Los bombardeos y los ancianos judíos

Por la prudencia de Goebbels …y de los archivistas soviéticos, los diarios que escribió a lo largo de toda su vida han llegado prácticamente íntegros hasta nosotros. Aún está en curso de publicación en alemán, pero partes de los años 1942-43 también cayeron en poder de los aliados occidentales, y ellos no los enterraron bajo siete llaves, sino que se publicaron casi inmediatamente. En España fueron publicados por primera vez en la edición que aquí citamos, pero también posteriormente por Plaza&Janés en varios años. En 1977 también se encontró la parte correspondiente a casi todo 1945, también  publicada en España por Plaza&Janés en 1979, y que acaba de ser reeditada por La Esfera de los Libros.

En su momento, por supuesto, los neonazis pusieron en duda su autenticidad, sobre todo porque aquí y allá había referencias, más o menos veladas, al holocausto, con alusiones directas a las «profecías» de Hitler, y a su propia responsabilidad en la persecución de los judíos. Goebbels desde su juventud escribió su diario a mano, pero a partir de julio de 1941 se acostumbró a dictarlos a un estenógrafo, que posteriormente pasaba a máquina. Según iba empeorando la guerra creció su obsesión por dejar clara su huella en el mundo, y en 1944-45 encargó que se microfilmaran para asegurar su conservación. Según sus taquígrafos, aunque no descuidó nunca su dictado diario (que llegó a producir entradas de 100 páginas)  nunca tuvo tiempo de leer la transcripción y corregirlos, así que se conservaron tal cual, con todo tipo de fallos gramaticales y muletillas. También estaban pensados como futuro material de trabajo, de ahí su peculiar estilo, mitad confidencia, mitad discurso.

2-marzo-1943

Ahora estamos entregados de una manera decisiva a la tarea de limpiar Berlín de judíos. Repentinamente, procedimos a rodearles y detenerles el sábado último y los mandaremos al Este tan pronto como sea posible. Por desgracia algunos círculos, especialmente los intelectuales, no acaban de comprender por entero nuestra política con respecto a los judíos y se han dado casos en que se colocasen de su parte. Como resultado, nuestros planes se divulgaron prematuramente y muchos judíos se nos fueron de entre las manos. Pero los cogeremos. No descansaré hasta que la capital del Reich, como mínimo, quede completamente libre de judíos.

6-marzo-1943

Schach me presentó un largo informe sobre los daños causados en Berlín por el último bombardeo aéreo. Son verdaderamente graves. Los destrozos tienen extraordinaria importancia y exigirán seis u ocho meses de trabajo intensivo para repararlos, siquiera parcialmente.

¡Y este es el momento que el SD considera favorable para continuar la evacuación de judíos! Desgraciadamente se han producido escenas lamentables en una asilo judío para viejos, donde se reunió mucha gente y en parte se colocó al lado de los judíos. He ordenado al SD que no continúe la evacuación de los judíos en momentos tan críticos. Tenemos que salvar un par de semanas. Después podremos hacerlo con total tranquilidad.

Joseph Goebbles: Diarios (The Goebbels Diaries. Edición de Louis P. Lochner) Traducción de Eduardo de Guzmán. Editorial “Los libros de Nuestro Tiempo, José Janés director”. Barcelona, 1949. pgs. 275-276 y 290-291.

2 pensamientos en “Goebbels. Los bombardeos y los ancianos judíos

  1. En este momento acabo de leer( y subrayar)este párrafo, pag 270 de la edición del ’60, en este mismo momento,y me encuentro con ésto buscando qué asilo podría ser el que cita el germano reducido sin blanquear.¿lo sabes, podrías mandármelo,por favor?

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