¿Cómo fue posible que, en 34 años, nadie denunciase a la justicia a Josef Mengele?

Mengele nunca fue muy fotogénico

Mengele en su foto más famosa. (CCommons – Vía Wikipedia)

Josef Rudolf Mengele nació el 16 de marzo de 1911 en Gunzburgo, una pequeña ciudad de Suabia, en el sur de Alemania. Sus padres son Karl Mengele y Walburga, de nacimiento Hupfauer.

En esas fechas, a las puertas de lo que sería la Gran Guerra, Karl Mengele había transformado el taller/herrería del que era socio a principios de siglo, en una próspera fábrica de maquinaria agrícola con treinta obreros, de la que era el único propietario. Una fábrica que no dejó de crecer cuando el patrón marchó a servir en el ejército, pues su esposa demostró ser capaz de continuar con el negocio, incluso de obtener nuevos pedidos del gobierno.

En la posguerra los negocios siguen creciendo. La fábrica ya es la mayor empresa de Gunzburgo, con 350 empleados a su servicio. El padre, como muchos otros veteranos, está afiliado al Stahlhelm, una asociación de excombatientes, de carácter tradicional y nacionalista, y más adelante al DNVP, el Partido Nacional del Pueblo Alemán, de carácter ultraconservador, percibido por el electorado como el partido de los patronos alemanes. En cuanto a Josef, se afilió en 1924, a los 13 años, a la GDJ (Gran Liga de la Juventud Alemana).

En 1930 el joven Josef, que no tiene el menor interés por los negocios o la fábrica, comienza sus estudios de medicina en Munich. El año siguiente se afilia al Jungstahlhelmla sección juvenil del Stahlhelmpara los que, por edad, no pueden ser veteranos de guerra. En 1932 Josef ha aprobado el primer examen integral de medicina (Physikum) y después de un semestre en Viena continúa estudiando antropología en Munich. En 1935 obtiene su primer doctorado, con el más alto gradopor una tesis sobre el examen morfológico del segmento mandibular de cuatro grupos raciales. En su estudio ha utilizando la colección del instituto.

En el verano de 1936 pasa los exámenes del estado, y tras cuatro meses en el hospital infantil de la universidad de Leipzig, por recomendación del director del instituto de antropología de Munich comienza a trabajar como asistente de von Verschuer (1896-1969) en el Instituto universitario de biología genética e higiene racial de Frankfurt.

Mientras, como la inmensa mayoría de miembros del Stahlhelm, ha aceptado su disolución, y se ha incorporado a las SA en noviembre de 1934. En 1937, cuando Hitler permite que el partido admita a nuevos miembros, solicita y consigue la afiliación al NSDAP, y en 1938 también se une a las SS. En ese año, y de nuevo con máximas calificaciones, Mengele obtiene su doctorado en medicina por sus «Estudios sobre el labio leporino, el paladar hendido, y el parentesco», en el que demostraba que estas malformaciones eran hereditarias, aunque hoy sabemos que no es así.

De octubre de 1938 a enero de 1939 hace un servicio militar abreviado de tres meses, y el 28 de julio de ese año se casa con Irene Schönbein, una joven que ha conocido en su estancia en Leipzig. Este matrimonio no es el ideal para su carrera, pues Irene pertenece a una familia luterana, y además no consiguen certificar quién era el bisabuelo paterno de su novia. Aunque por las dudas y por su “aspecto nórdico” se permite el matrimonio, no pueden inscribirse en el libro de honor de las SS, y su hijo en 1944 no recibirá la cuchara de plata que Himmler ha acuñado para los descendientes más puros de sus SS.

Al comienzo de la segunda guerra mundial, Mengele sigue trabajando en el Instituto de Antropología de Frankfurt. Es un joven científico con vocación investigadora y sin interés por la práctica médica, perfectamente integrado en su época y ambiente. El 15-6-1940 es llamado a filas, teniendo que incorporarse a la Wehrmacht. Aunque no es lo más común entre miembros de las Allgemeine SS, Josef casi inmediatamente solicita su ingreso en las Waffen-SS, por lo visto por perder de vista a un suboficial muy estricto. En septiembre adquiere el grado de SS Untersturmführer (subteniente), y es destinado a los servicios médicos del SS-Pionier-Bataillon 5 de la 5 SS Division Wiking, por entonces una división de infantería motorizada, con una alta proporción de extranjeros “nórdicos”.

La invasión de la URSS es el bautismo de fuego para Mengele y para buena parte de los soldados de su división. En julio de 1941 recibe la Cruz de hierro de segunda clase, y en enero de 1942 la de 1º clase, por salvar a dos soldados heridos de un carro de combate ardiendo. Asciende a Obersturmführer (teniente), y aunque no se conoce la fecha concreta, parece que a comienzos de 1942 una herida en una pierna le incapacita para seguir sirviendo en el frente, y es destinado al batallón de reemplazo. En abril de 1943 asciende a SS-Hauptsturmführer (Capitán) aun perteneciendo a los servicios médicos, y el 24 de ese mes es asignado a las oficinas centrales de las SS. El 30 de mayo es destinado al campo de concentración de Auschwitz, posiblemente por petición propia, y animado por sus antiguos maestros de Munich; es una oportunidad para estudiar fácilmente gran variedad de especímenes antropológicamente interesantes.

Hasta aquí, resumido, lo que podía saber más o menos una comadre de Gunzburgo hasta ese momento sobre Josef Mengele. Un muchacho formal, que escribía obras de teatro que representaban sus compañeros, que no ha querido seguir el negocio familiar pero que ha estudiado medicina y antropología, que se ha casado con una luterana, pero pese a la fama de comecuras de las SS, sigue significándose como católico. Ha servido con honor en el frente. Y ha estado destinado menos de dos años en ese sitio ahora tan famoso, Auschwitz.

Ahora, aquellos países que nos han derrotado en una cruel guerra dicen que nuestros líderes, aquellos que llevaron a Alemania a lo más alto, no sólo son responsables de la derrota, sino también de todo tipo de crímenes nefandos, sobre gente inocente, ellos, que han bombardeado tan cruelmente toda Europa…

Hay que tener en cuenta, además, que mucha de la información que se fue dando sobre Mengele era falsa o inexacta, y eso leyendo únicamente libros y publicaciones más o menos serias. Autores como Lifton no aciertan con el número de hermanos, o la posición que ocupaba Josef entre ellos. (Josef era el mayor, y Karl, aunque se llamaba como su padre, era el segundo, porque ya había habido un primer Karl que murió siendo un bebe). Todos mencionan el ambiente nazi y antisemita del pueblo y de la familia, y que Hitler había dado un mítin en uno de sus locales. En realidad, Mengele padre perteneció al DNVP hasta su disolución, y si prestó sus talleres a actos del NSDAP fue cuando ambos partidos se integraron en el llamado Harzburger Front, una coalición de derechas contra el canciller Brunning, que duró apenas cuatro meses, en el invierno de 1931-32, un año antes de que Hitler llegue a ser canciller.

Podría barajarse la idea de que la posición de la familia Mengele como el mayor empresario de la localidad le convertía en algo así como un cacique español de un pueblo contemporáneo, pero el patriarca se presentó dos veces a las elecciones locales, y las dos veces perdió. El adolescente Josef también quiso ser líder de su organización juvenil, y tampoco lo consiguió. Ya con los nazis en el poder, Karl Mengele obtuvo un asiento en el consejo de la ciudad, pero en 1935 tuvo que dimitir. Le acusaron de haber comprado ese cargo, así como su pertenencia a la Allgemeine SS a un líder local caído en desgracia.

Josef Mengele pasó más años escondido y huyendo que en Alemania y en Gunzburgo, pero siempre se movió en círculos de gente cercana, que compartía origen y valores. No es que todos fueran fervientes nacionalsocialistas, ni que estuvieran pagados por los abundantes fondos de las empresas Mengele; es que, simplemente, nadie que estuvo en contacto con Mengele llegó a creer lo que publicaban sobre él periódicos y revistas de todo el mundo. Los testigos siempre eran judíos, polacos (seguramente comunistas) y saltimbanquis y gitanos, como la famlia Ovitz (enanos, gente del espectáculo, y además judíos).

En su reseña sobre Sabotaje, de Alfred Hitchcock, Borges (1937) estimaba que el público argentino no habría entendido que una esposa entregase a su marido a la justicia, aunque fuera un asesino de inocentes y traidor a su patria. Aun hoy, cuando los reporteros entrevistan el entorno del último parricida que ha asesinado a su familia, encuentran al vecino que no se cree nada; no puede ser que aquel con el que ha charlado tantas mañanas y que le saluda sonriente sea un asesino. Para serlo, sin duda, debería tener siempre el gesto amenazador y  los ojos huidizos. De Mengele todos conocemos el par de fotos (una de carnet) en las que su mirada parece torva y su sonrisa, inquietante. En cambio, nadie recuerda aquellas en las que sale en poses relajadas y como uno más entre sus camaradas SS, en el llamado álbum Hoecker, en las que parece el más campechano de los presentes.

Una de las fotos del álbum de Karl Hoecker. Copyright:United States Holocaust Memorial Museum

Una de las fotos del álbum de Karl Hoecker. Copyright: United States Holocaust Memorial Museum

Más fotos del álbum de Karl Hoecker en el United States Holocaust Memorial Museum

Koren, Yehuda; Negev, Eilat: Giants: The Dwarfs of Auschwitz Robson Press, 2013.

Kubica, Elena: The crimes of Josef Mengele, en Anatomy of the Auschwitz Death Camp, Indiana University Press, 1994. pg. 317-362.

Lifton, Robert Jay: The Nazi Doctors: Medical Killing And The Psychology Of Genocide (Da Capo Pres, 1988. Reedición con nuevo prólogo, Basic Books, 2000).

Matalon Lagnado, Lucette  y  Cohn Dekel, SheilaChildren of the Flames: Dr. Josef Mengele and the Untold Story of the Twins of Auschwitz. Penguin Books, 1992.

Mozes Kor, Eva y Rojany Buccieri, Lisa: Surviving the Angel of Death: The True Story of a Mengele Twin in Auschwitz. Tanglewood Press, 2012.

Posner, Gerald L, y Ware, John: Mengele el médico de los experimentos de Hitler (traducción de Ana Mendoza de Mengele: The Complete Story. London: Queen Anne Press, 1986) La Esfera de los Libros, Madrid 2005. 

3 pensamientos en “¿Cómo fue posible que, en 34 años, nadie denunciase a la justicia a Josef Mengele?

  1. ¡La entrada se hizo esperar, pero mereció la pena!
    Felicidades por el texto, y por el blog en general. Ha sido una alegría volver a leer tus reflexiones.
    Mucho ánimo, y a ver si no nos haces esperar tanto para la próxima.

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