
Ursula y su abogado en decenas de procesos y apelaciones, Wolfram Nahrath. Nahrath es miembro del NPD, la Heimattreue Deutsche Jugend, y fue presidente de la Wiking-Jugend hasta su prohibición en 1994.
(Viene de esta primera parte).
Resulta muy sencillo encontrar los vídeos «prohibidos» en los que Úrsula Haverbeck supuestamente desmonta el holocausto. Sólo en YouTube hay 26.700 copias, de los que unos 14.000 tienen subtítulos en inglés, y 5.500 en español. Varios son declaraciones que la misma Úrsula hace ante la cámara y que difunde desde su propio canal, pero los vídeos fundamentales, los más promocionados, son montajes de la entrevista que le hicieron en Panorama, un espacio de la TV1 alemana (Das Erste) que se emitió el 23-4-2015 a las 21:45. Parece que seguido de una réplica en la misma emisión Norbert Frei de la que aquí hay un resumen. La entrevista entera dura 48:55, pero hay diversas versiones, desde 30 a sólo dos o tres minutos. Me he tragado y me centro, por supuesto, en la versión completa, pero también he visto la de 30 minutos, que ofrece un interesante montaje, pues permite identificar los puntos más débiles de Haverbeck… desde el punto de vista de sus seguidores. Por este motivo también me centro en exclusiva en los subtítulos, sin meterme en si están bien o mal hechos. Aunque ya de entrada se perciben errores, que revelan que han sido retraducidos del inglés, lo que importa es la percepción que tienen los hispanohablantes de esta(s) entrevista(s), a través de estas versiones subtituladas.
Los argumentos que emplea la gran oradora que consideran que es Úrsula Haverbeck, en tan reproducidas piezas audiovisuales, revelan un uso realmente pobre de la lógica. Por resumirlo rápidamente:
- Creo que dos contables rubios son deshonestos. De lo que deduzco que;
- Todos los rubios contables son deshonestos.
- Todos los contables son deshonestos.
- Y, por supuesto, todos los rubios son contables.

La oportunidad. El momento.
Apertura de dama. Las medias verdades se transforman en absolutas
La apertura de Úrsula es brillante, citando al veterano «revisionista» Faurisson. Según la señora Haverbeck, el bueno de Faurisson estuvo buscando cámaras de gas en los campos de concentración (Konzentrationslager, KL)… y no encontró ninguna. Esto es cierto a medias; quitando algunos experimentos puntuales, las cámaras de gas para el genocidio masivo fueron construidas en los campos de exterminio (Vernichtungslager), en el Protectorado (Generalgouverment) de Polonia, y no en los campos de concentración dentro del territorio del III Reich propiamente dicho. Pero claro, todo depende de cómo retorcemos las frases, o si consideramos que son sólo cámaras de gas aquellas que emplearon Zyklon B, y no las de monóxido de carbono. Así que los centros de eugenesia, donde se mataba a deficientes mentales ¿tenían, o no, cámaras de gas, aunque se emplease CO y no ácido cianhídrico? Estos centros y sus cámaras sí estaban en Alemania y no en un protectorado, y no exterminaron sólo enfermos alemanes, sino también presos de KL cercanos. Por ejemplo, el centro de eutanasia del castillo de Hartheim, cerca de Mauthausen, también incluyó entre sus tratamientos a varios miles de internos considerados inútiles para el trabajo, no sólo de Mauthausen, sino de Gross-Rosen, Sachsenhausen, Ravensbrück… Ahora bien ¿pertenecía Hartheim a Mauthausen? Este gaseamiento de internos de campos de concentración considerados improductivos se realizó tanto en los tres centros de eugenesia (T4) como en los de esta segunda fase de la Aktion 14f13, de los que Hartheim era sólo uno entre seis. Cada uno con su cámara de gas, «pero» que funcionaban con monóxido de carbono.

Úrsula no encuentra extraño que se tenga que inspeccionar los pies de los prisioneros. Es lo habitual en cualquier centro penitenciario o de trabajo en buenas condiciones, con internos que tengan acceso a agua limpia y tiempo para su aseo.
Sí, Toda esta parrafada para los diez primeros segundos del vídeo… pero espero haber establecido el tono, la intencionalidad, la profundidad de conocimientos históricos, y la lógica de este tipo de discurso. Úrsula de entrada parece hablar de hechos probados, como la no existencia de cámaras de gas genocidas en los KL del interior del III Reich. Y lo extiende al resto del territorio dominado por Alemania. El entrevistador ni se entera, y tendrá más oportunidades de demostrar su ignorancia en la materia. Sólo parece interesado en conseguir declaraciones lo más escandalosas posibles de Haverbeck, algo a lo que Úrsula se prestará, pero en sus propios términos.
Harverbeck contra el párrafo 130
La entrevista aparentemente tiene como sujeto principal la negación del holocausto, aunque más bien el sujeto de interés de Úrsula es la ley que lo regula. Admite que, bueno, se maltrataba a alguna gente en los KL, pero no se mataba deliberadamente a nadie. Pero en realidad, más que establecer hechos o intenciones, a Haverbeck lo que le interesa es hacer ver al público que la «mentira» del holocausto es la que moldea la Alemania actual, e incluso el planeta actual. Si desaparece esta «mentira fundacional», Alemania despertará de su actual postración, y volverá a renacer de su actual decadencia. Sus ideas coinciden (en parte) con el NPD (Partido Nacionaldemócrata de Alemania). Un partido todo lo abiertamente neonazi que admite la legislación alemana, que ha obtenido un 0,1% de votos en las últimas elecciones federales, aunque llega al 1% en las europeas. Su programa contempla la reintegración de Pomerania, Silesia y Prusia oriental. Considera que en 1945 comenzó la ocupación del país, no su liberación, y que desde entonces está en manos de «poderes extranjeros». Como no quieren ser ilegalizados no niegan abiertamente el holocausto, sólo se niegan a participar en cualquier acto de reconocimiento del mismo, y en su lugar gustan de hablar del «holocausto de las bombas», por los bombardeos sufridos en Alemania durante la segunda guerra mundial. También intentan disimular su antisemitismo, sin que importe que los judíos no llegan al 0,25 de la población del país. Pero siguen siendo la raíz de todos los males.

Otra muestra del razonamiento simplista de Haverbeck; leyendo las condiciones especiales para unos internos relojeros, deduce que esas condiciones se extendían a todos los prisioneros.

…De lo cual se deduce que los judíos, en general, son buenos fabricando relojes…
Sin Auschwitz y sus cámaras de gas ¡no hay genocidio, ni holocausto, ni nada!
La implacable Haverbeck, sin que el entrevistador intervenga, hablará a continuación de las famosas «placas de Auschwitz«. Establecerá a continuación que Auschwitz fue un campo de concentración «normal», sin cámaras de gas. Como allí no hubo cámaras, ya no las hubo en ningún sitio. Y sin cámaras de gas, no hay holocausto. No importa que dos tercios de las víctimas del genocidio nazi murieran por otros medios.
¿Cómo descubrió Úrsula que todo eso de Auschwitz era mentira? Agárrense: gracias a un libro publicado por historiadores «normales», no como Faurisson, que a fin de cuentas era profe de literatura.

¿Había epidemias de tifus fuera de las alambradas? Haverbeck no es capaz de ver que si hubiera habido buenas condiciones de alimentación e higiene, no habría habido epidemias de tifus y de otras enfermedades en el interior de los campos. Desde antes de la guerra.
La revelación
Se trata de Darstellungen und Quellen zur Geschichte von Auschwitz: Standort- und Kommandanturbefehle des Konzentrationslagers Auschwitz 1940-1945, Múnich 2000. Su ISBN, 3-598-24030-9. Lo pueden ustedes comprar por internet si quieren, es algo carillo pero como dice la misma Úrsula, está disponible en las bibliotecas públicas alemanas. Este volumen recoge todas las órdenes y directrices de la Comandancia de Auschwitz que emitía a su guarnición que se han conservado. Evidentemente no todas, sino las que encontraron los soviéticos y que guardaron en sus archivos, y que desde ese año 2000 están disponibles en forma de libro, sin que sea necesario visitar los no muy accesibles archivos rusos.
Úrsula (o su organización) se enteran de su existencia sobre el 2013, y como en el mismo encuentra instrucciones detalladas para el cuidado de trabajadores especializados, y además no encuentra nada (explícito) sobre las cámaras, pues tachán, tachán, no hubo gaseamientos en Auschwitz. De lo que se deduce que no los hubo en ningún sitio. De lo que se deduce que tampoco hubo nada de asesinatos masivos por cualquier otro método.
Ciertamente, los responsables del programa Panorama de la televisión alemana TV1 tienen razón en cuanto a que las mentiras de los negadores del Holocausto son por lo general bastante torpes y fáciles de refutar. ¿Pero tanto? No me extrañaría que, en realidad, nadie viera estos vídeos, pues se cuentan las veces que se empiezan a ver, no quienes terminan de hacerlo. El razonamiento de por qué las ordenanzas de Auschwitz fueron publicadas nada menos que por el Instituto de historia contemporánea de Múnich es tan ridículo, que sus seguidores en español… se lo callan. Haverbeck argumenta que, claro, siendo el Instituto de historia contemporánea «no podían» dejar de publicarlo. Y que luego «no le dieron publicidad». Después de imprimir miles de ejemplares, y de distribuirlo en librerías y bibliotecas públicas alemanas. Este «razonamiento» desaparece en el montaje de 30 minutos.
Los blogs «revisionistas» en español, prefieren utilizar aún más rodeos y circunloquios para que sus lectores no se den cuenta de que el gran secreto descubierto por Haverbeck es un simple libro, publicado por los historiadores «normales», y además trece años antes de su «descubrimiento» por los «revisionistas», nada menos que en el año 2000:
Frau Haverbeck ha también dejado claro que los documentos originales del gobierno Nacionalsocialista concernientes a Auschwitz, que habían sido confiscados (sic) por la Unión Soviética al término de la guerra, estaban ya en posesión del instituto de historia oficial “Institut für Zeitgeschicht” (Instituto de Historia) (sic), y también disponibles al público en general por una suma de €124.00, desde el año 2000. Frau Haverbeck dice…
[Antes muertos que mencionar que se publicaron como un simple libro, al alcance de cualquiera. Que si no lo hubiera publicado el Instituto de Historia Contemporánea de Múnich, continuaría siendo completamente desconocido para el común de los mortales. Como siempre, no pongo enlace a este tipo de fuentes. Quien quiera encontrarlo no tiene más que buscar el texto en cualquier buscador.]
¿Por qué se resiste el/los blog(s) «revisionistas» en español en decir que se han publicado como libro por parte de historiadores «oficialistas»? Porque incluso a ellos le parece un argumento estúpido.

¿De nuevo?

¿Por qué, en un centro modelo como Auschwitz, había que recordar varias veces a los guardas que estaba prohibido oficialmente golpear a los prisioneros? ¿Qué pensarían ustedes de una cárcel en la que cada poco hubiera que recordarle esta norma a los funcionarios? Y ya puestos ¿por qué no habla del régimen de «delitos», como llegar tarde a un recuento, o robar comida, y los terribles castigos de látigos y bastonazos, que llevaban aparejados, en esos mismos reglamentos?
Termina en esta tercera parte.
Pingback: En busca del martirio: Ursula Haverbeck y la negación del holocausto (1 de 3) | antirrevisionismo
El citado video muestra otro ejemplo de la particular «lógica» de Frau Haverbeck:
1) Escribió al ministro de Cultura de Alemania pidiéndole organizar un debate entre defensores y negadores de la realidad del Holocausto.
2) El Ministro no le respondió.
3) Puesto que el Ministro no le respondió, entonces el Holocausto judío no existió!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Toda la entrevista es así. Pero no nos engañemos, Haverbeck es inteligente y sabe hablar a su público.
Me gustaMe gusta
Pingback: …Y el martirio que no llega: Ursula Haverbeck y la negación del holocausto (3 de 3) | antirrevisionismo