CSDIC (Reino Unido), GRGG 185.
Informe sobre datos obtenidos de oficiales superiores (prisioneros de guerra) el 3 de septiembre de 1944 (TNA, WO 208/4363)
Hennecke: […] De Gaulle espera con impaciencia ocupar Renania. Si se le permitirá hacerlo, es una cuestión distinta. Pero lo que habrá es venganza. Estoy convencido de que nuestra Gestapo hizo allí cosas espantosas…
Müller-Römer: Sobrepasa todo lo imaginable lo que aquellos tipos… no me sorprendería si nuestra Gestapo hubiera competido con los rusos en sus acciones bestiales. Conozco las terribles atrocidades cometidas en Polonia desde 1939, cuando esos sujetos llegaron allí.
Hennecke: ¿Nadie se les opuso?
Müller-Römer: Sí, Blaskowitz lo hizo al momento, ¡pero no le fue muy bien! La Wehrmacht no tenía voz en esos temas. «Eso corresponde a la administración civil, y no es asunto suyo.»
Hennecke: Ése es el problema; si todos los oficiales superiores del Ejército hubieran dicho de forma unánime: «No participaremos en ese trabajo sucio. Está arrastrando el nombre de Alemania por el fango».
Müller-Römer: A los pocos que dijeron eso no les fue muy bien.
Hennecke: ¡Si lo hubieran hecho todos, en su momento! Que cosas así hayan sido posibles será algo que romperá la cabeza a los historiadores.
Müller-Römer: La Historia considerará a los generales alemanes responsables por no haber parado unánimemente todo ese trabajo sucio que empezó al principio de la guerra, simplemente protestando y deponiendo las armas, o algo así.
Hennecke: Todos los generales están protestando. Yo solía decirles: «Si ustedes lo sabían todo, no puedo entender por qué ninguno de ustedes, de todo el cuerpo de generales, protestó». Ellos contestaban: «No me gusta jugar con fuego».
Müller-Römer: Los generales que tenemos ahora en … son todos hombres jóvenes que no pueden haber sido más que coroneles en ese momento.
Hennecke: Bien, los anteriores no eran jovenzuelos.
Müller-Römer: La mayor culpa cae sobre Bock, Manstein, Leeb y Rundstedt, porque sólo los oficiales más veteranos pueden protestar contra el comandante supremo.
Hennecke: Eso deberían haberse hecho en el treinta y tres o en el treinta y cuatro, cuando empezó todo.
Müller-Römer: No, en aquel momento el Estado funcionaba correctamente.
Hennecke: Empezó con Schleicher.
Müller-Römer: El pueblo alemán no debió tolerar toda esa locura de 1933.
Hennecke: Todo se hizo legalmente, por sufragio. Todo estaba en orden.
Müller-Römer: Al principio de la guerra, cuando Polonia fue conquistada y la Gestapo entró y empezó el trabajo sucio, Blaskowitz fue el primero en protestar, y como consecuencia fue destituido. Todos los generales alemanes superiores, desde el jefe de Estado Mayor hasta el Heereswgruppenführer y toda esa gente, incluido Raeder, deberían haber apuntado al Führer con una pistola y haberle dicho «No haremos esa clase de guerra». Si esa docena de oficiales del Ejército de tierra, la Armada y de las Fuerzas Aéreas hubieran estado realmente dispuestos a afrontar los riesgos, Hitler se habría quedado tirado y solo con su guerra.
Hennecke: Pero se trataba del momento menos apropiado, porque una puñalada por la espalda en tiempo de guerra es la pero acción posible, ya que no sólo afecta al Partido, sino…
Müller-Römer: Pero todo ese trabajo sucio, esos asesinatos bestiales, sólo empezaron durante la guerra.
Hennecke: No, no lo hicieron; ése es el problema.
Müller-Römer: No fue tan malo antes de la guerra.
Hennecke: ¡El mundo civilizado se horrorizó por las cosas que ocurrieron en nuestros campos de concentración! La persecución de los judíos y todas esas cosas.
Müller-Römer: Sí, Dios mío. ¡El pueblo alemán debió haber protestado!
Hennecke: Yo no había oído hablar mucho de esas cosas antes de llegar aquí. Al principio no los creía. ¡Se dicen tantas tonterías! Siempre que se pregunta: «¿Lo vio usted?», o «¿Conoce usted a alguien?», siempre contestan: «No, un tío mío, o la señora tal me lo contó».
Müller-Römer: Los internos en campos de concentración de los tiempos de paz eran, de una u otra forma, criminales y, además, creo que entonces las condiciones no eran tan espantosas, hasta el estallido de la guerra.
Hennecke: ¿Qué quiere decir con «criminales»? Era gente que había sido encerrada arbitrariamente; piense en Fritsch, por ejemplo. Es un escándalo. Ya no había justicia. Cuando Fritsch, que era un hombre muy capacitado, fue destituído, las Fuerzas Armadas al completo deberían haberse levantado como un solo hombre diciendo «¡Alto! No iremos más lejos».
Müller-Römer: Se supone que planeó una revuelta, pero, por supuesto, no hay pruebas.
Sobre Schleicher o Fritsch, los artículos de la Wikipedia son perfectamente válidos. El de Blaskowitz en español es muy breve (accedido en diciembre 2008), mucho mejores los de inglés y alemán. Traducción (propia) de su memorando sobre Polonia en este blog.
Notas del editor, Sönke Neitzel: Los interlocutores son el vicealmirante Walter Hennecke, prisionero en Cherburgo el 26-6-1944, y el coronel doctor Rudolf Müller-Römer, que se rindió en París el 8-9-1944, donde era responsable de comunicaciones.
De Gaulle acababa de reclamar la ocupación y administración de Renania. Los campos de concentración de preguerra eran distintos de los de la guerra, pero se crearon para «educar» a opositores políticos, posteriormente empezaron a llevar a vagabundos, reincidentes y mendigos. La estancia media en un campo de preguerra era de 12 meses. Entre 1936 y 1939 murieron 4.171 internos. En agosto de 1939 los seis principales tenían una población de 21.400, de los que 13.000 eran criminales condenados a finales de 1938.
Neitzel, Sönke (editor): Los Generales de Hitler. Transcripciones de conversaciones secretas: 1942-1945 (Abgehört. Deutsche Generäle in britischer Kriegsgefangenschaft 1942-1945, 2005). Traducción de Cristina Pizarro, Editorial Tempus, Barcelona 2008. pp. 134-137. Notas pg. 476-477.
Hola amigos,
Aunque solo tenga un contacto tangencial con los temas aquí debatidos, quisiera pedir vuestra ayuda con el fin de averiguar si es posible confirmar y, sobre todo, ampliar una información contenida en un libro de Arnold J. Toynbee :» La manera sumarísima que tenían de despachar a los recién llegados es puesta de manifiesto por la historia de un tren de evacuados alemanes de Hamburgo que eran enviados a Lwów para instalar allí sus hogares. Fueron capturados,desvalijados de todo lo que tenían y muertos por gases por la Gestapo antes de que se descubriese que no eran judíos»
Arnold J. Toynbee : » La Europa de Hitler » SARPE,1985. pag.123
Mi interés por el asunto está relacionado con un ensayo que sobre el que estoy trabajando, y para el que esta anécdota, en caso de que sea cierta, sería de mucha utilidad.
Si alguien me facilita alguna pista que seguir , le quedaría muy agradecido.
Saludos y enhorabuena por crear un blog con ese título y ese contenido.
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Estimado Luís, yo también tengo esa edición de ese libro, y sí, carece de notas y de bibliografía. A mí sólo se me ocurren dos soluciones, conseguir en alguna biblioteca (o en librerías de segunda mano, tipo iberlibro) una edición anterior y en tapa dura, que sí tiene las notas, o bien conseguir la edición inglesa (allí parece que no ha tenido tantas reediciones; después de todo, no es un libro «de» Toynbee, sólo es su editor):
http://www.amazon.co.uk/s/ref=nb_ss_b?url=search-alias%3Dstripbooks&field-keywords=toynbee+hitler&x=0&y=0
Que evidentemente sí tendrá sus referencias completas.
Suerte
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Muchas gracias por la referencia.
En Iberlibro he encontrado una edición anterior en tapa dura :
Editorial: Editorial Vergara, Barcelona
Año de publicación: 1965
Encuardenación: Cartoné – Hard Cover
No es barata ( 28 € ), y estoy esperando contestación sobre si contiene bibliografía y notas marginales
Saludos
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Estimado Luís, una vez compruebes que te interesa esa edición, supongo que te darás cuenta que te remitirá a una fuente en inglés o alemán anterior a 1955. ¿Has probado por préstamo interbibliotecario? Si vives en España da igual que tu biblioteca no lo tenga, lo puede pedir prestado de otra biblioteca que tenga esa edición.
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Perdona que te haga algunas preguntas tontas, pero estoy muy poco familiarizado con estos temas.
Efectivamente vivo en Madrid.
¿Podrías explicarme con un poco de detalle la mecánica del «préstamo bibliotecario «? ¿ Cuando haces mención de «mi» biblioteca, a qué te refieres exactamente? Por el momento, todavía no he acudido a ninguna biblioteca pública. ¿ Tal vez es una posibilidad ? ¿ Sabes si, de las ubicadas en Madrid, alguna podría estar más indicada para encontrar la mencionada edición ?
Respecto de la remisión a fuentes anglosajonas o alemanas, cuento con ello. Supongo que en un caso como este no se tratará de documentos oficiales, sino más bien de testimonios escritos, recogidos en algún archivo, o bien, relatados en alguna obra de carácter histórico.
De lo que tengo pocas dudas es que, tratándose de una obra que se ha publicado bajo la firma de un teórico de la filosofía de la historia como Toynbee, hay pocas posibilidades de se haya deslizado en ella un simple rumor no confirmado.
O al menos eso espero.
En cualquier caso, muchas gracias de nuevo.
Saludos.
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El préstamo interbibliotecario posibilita que una biblioteca pública solicite a otra un ejemplar que no esté en sus fondos, basta con que se lo pidas a un bibliotecario. Creo que es posible incluso en los bibliobuses rurales. Viviendo en la C. A. de Madrid, puedes solicitarlo en la biblioteca pública de tu barrio o pueblo y te lo traerán, como máximo, en 15 días. Pero lo más rápido, supongo, sería visitar directamente la Biblioteca Nacional, total tampoco hace falta que solicites su préstamo, te basta con consultarlo en sala.
Respecto a los hechos en sí… no creo que llegase siquiera a rumor no confirmado… pues menudos son los alemanes a la hora de encontrar héroes y víctimas contra el nazismo.
Argumentos en contra:
-La historia, en sí, es inverosímil respecto a lo que sabemos sobre el III Reich. Es absurdo pensar que unos «arios» admitirían sin rechistar que les confundieran con judíos. Está el asunto de las estrellas de David obligatorias, los documentos, los responsables de los convoyes… No se llenaba un tren de «enemigos del III Reich» y se enviaba alegremente a cualquier sitio sin vigilancia, por mucho caos que se quiera argumentar, en una fecha indeterminada (1942-43, quizás ¿?).
-Este libro fue publicado por primera vez en 1955. Yo por lo menos no he encontrado ninguna referencia a que se haya reeditado nunca en su idioma original, consulta amazon, por ejemplo.
– No es una obra de Toynbee, sólo fue su editor. Cada capítulo tiene un autor diferente. Te los detallan en la introducción (pg. 6).
– En Lvov/Lviv/Lemberg nunca hubo instalaciones de exterminio, que por supuesto no estaban bajo el mando de la Gestapo. Cuando los nazis decidieron «limpiar» el gueto, dentro de la «Aktion Reinhard», trasladaron a la mayoría de sus habitantes a Belzec.
-No he encontrado referencias de envíos de «evacuados alemanes» de Hamburgo a Lvov.
Ni a ninguna región del este, por cierto.-No he encontrado ninguna referencia de esta historia en ninguna otra obra sobre Alemania, el III Reich, o el holocausto. Y he mirado unas cuantas, incluyendo diccionarios enciclopédicos.
A favor:
-Evidentemenre, no he podido consultar absolutamente todas las obras y documentos sobre la historia del III Reich.
-Casaba perfectamente con la imagen que quería vender la RFA, (y la RDA; los antiguos nazis estaban todos en la RFA) respecto a la inocencia del pueblo alemán de las acciones de unos pocos cientos de nazis. Por el bien de la OTAN (y del Pacto de Varsovia) los antiguos adversarios también lo aceptaban. Nadie sabía nada. Los civiles alemanes habían sufrido exactamente igual que el resto de civiles europeos, oprimidos por una omnipresente Gestapo, Todo había sido culpa de Hitler, y de algunos (no todos) de las SS.
Disculpa la tardanza, confío aún en haberte sido útil. Saludos, y buenas vacaciones :´)
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